Torga Llamedo, Alberto

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Descripción

Alberto Torga Llamedo, sacerdote nacido en Vegadali (casería que está a 1 km de la villa de Nava, capital del concejo o municipio asturiano del mismo nombre) el 11 de febrero de 1933.

Era hijo de Graciano y Argentina, naturales de Nava y Gijón (Asturias), respectivamente, que se dedicaban a la labranza.

En 1938 comenzó los estudios primarios en la escuela de Tresali (Nava), donde tuvo un maestro, José Miguel Mancebo, que le impresionó por el empleo de métodos pedagógicos muy innovadores para su tiempo.

Plenanente convencido de querer ir al seminario, tras lograr el consentimiento paterno, el 1 de octubre de 1944, con 11 años, se marchó al de Tapia de Casariego. Aquí, tras quince días de estancia, le mandaron al de Donlebún (aldea del concejo asturiano de Castropol), éste instalado en el antiguo castillo de la familia Trelles. El curso siguiente supuso su retorno al seminario de Tapia, donde hacía el Bachillerato, en el que se prestaba especial atención a la asignatura de Latín. En tercero y cuarto le tocó el monasterio de Valdediós, en Villaviciosa (Asturias). En 1948 fue mandado a estudiar quinto a Oviedo, al seminario del Prau Picón (era entonces Lauzurica obispo), encontrándose con unos profesores muy válidos, como el seglar Félix Prendes del Busto, profesor de Física y Química, del que guardó siempre el mejor recuerdo.

En junio de 1956 se ordenó sacerdote y un mes después fue destinado como coadjutor de Somió (Gijón), donde permaneció un lustro.

Por aquella época hizo un curso, de un mes de duración, en la Escuela Social de Oviedo sobre la doctrina social de la Iglesia, que le influyó positivamente, porque el conocimiento de dicha doctrina y la historia del movimiento obrero le abrieron los ojos. También cambió su percepción sobre la moral sexual del matrimonio y de la pareja gracias a Ángel Riesgo Carbajo, obispo auxiliar de Oviedo durante un año, que era muy avanzado en estas cuestiones. Además influiría en su nueva visión de la vida la visita que hizo a Argentina como integrante de una misión popular que tuvo lugar entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, en Buenos Aires, con motivo del 150 aniversario de dicha nación. Allí se encontró con la realidad de Villa Miseria, un poblado de chabolas bonaerense, paradigma de la miseria moral.

Finalizada la misión, retornó a Somió hasta que en marzo de 1961 le destinan a la parroquia de Boo, perteneciente al concejo asturiano de Aller. Fue su etapa más feliz como sacerdote, porque su gente era muy cercana y abierta, pese a que se implicó a fondo en los accidentes y también en la «huelgona» de la primavera de 1962, denunciando, en el primero de los casos, la falta de seguridad con la que Hullera Española hacía trabajar a los mineros, y, en el segundo, pidiendo que se respetasen sus derechos y se reconociese su dignidad como personas. Además, durante la huelga, como Hullera Española cerró el economato para tratar de hacer claudicar a los trabajadores, organizó comedores para niños en la casa parroquial gracias a la solidaridad de la gente.

La huelgona les pasó factura a él y a otros curas involucrados en la misma en forma de destierro al Occidente de Asturias. A Alberto Torga le enviaron a Tapia de Casariego, donde fue coadjutor y profesor religión en su Instituto. Pero continuó con sus denuncias (la del genocidio de los norteamericanos en Hiroshima y Nagasaki, entre otras) y el Obispado de Oviedo le castigó nombrándole regente de las parroquias de Benia de Onís, Bobia y Robellada. En Onís se volcó con la gente y fue feliz entre ellos.

Su siguiente misión fue la de capellán de misiones en Amsterdam, para lo que recibió el visto bueno de Tarancón, arzobispo de Oviedo por entonces. Estuvo 9 años en la capital holandesa, durante los cuales ayudó en todo a los emigrantes. Luego estuvo en Nüremberg (Alemania), donde hizo una labor más pastoral.

En abril de 2007 retornó a su pueblo natal. Estando en él, ayudaba a sus compañeros, sobre todo a los de Ribadesella.

Finalmente, este sacerdote ya jubilado se estableció en Gijón, donde se sumó al grupo de sacerdotes de El Bibio, del que surgió el Foro Gaspar García Laviana, en marzo de 2008, con una carta al arzobispo Osoro que expresaba el descontento de los firmantes con la orientación que le estaba dando a la Iglesia diocesana.

Fuente: EuroWeb Media, SL

Concejo de Nava

Sidra y festival, llagares, espichas, palacios muy antiguos, la sombra y leyenda de Dª Jimena, la Sierra de Peñamayor, la berrea, monte y sendas. Así es Nava, sidrera, sorprendente y afable.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Nava son: Bimenes, Cabranes, Laviana, Piloña, Sariego y Siero. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Nava, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca de la Sidra

Tierra de pomaradas y manzanos en flor, hogar de centenarios llagares de sidra, costa de dinosaurios, pueblos mineros y villas marineras, una de las rías con más biodiversidad de toda Asturias, majestuosas sierras como las de Peñamayor o el Sueve, Caminos de Santiago, pueblos ejemplares y el mejor arroz con leche… así es la Comarca de la Sidra.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariego y Villaviciosa. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«La Catedral de Oviedo: Conocida como la Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo, esta magnífica catedral es uno de los principales ejemplos del arte prerrománico asturiano. Construida en el siglo IX, combina elementos románicos, góticos y barrocos, y alberga numerosas obras de arte religioso, como el Santo Sudario.»